La HOAC, a través de su Fondo de Solidaridad Internacional, ha prestado apoyo financiero, en este año, al Movimiento de Trabajadores Cristianos de Kenia.
En concreto, la colaboración económica ha servido para organizar un seminario de formación donde poder reunir a los obreros cristianos para formar, educar y elevar la conciencia crítica a fin de empoderarlos para que tomen acciones que mejoren sus condiciones de vida y de trabajo; descubrir a Jesucristo a través de la celebración de los sacramentos y llegar a vivir una experiencia religiosa en el proceso de construcción de la Iglesia como signo del reino de Dios; proporcionar un método de trabajo a través de la revisión de las acciones vivas y obreras (Ver, Juzgar y Actuar); y participar en un programa ambiental sostenible.
El seminario, además, también ha servido para comprender mejor la realidad del movimiento a nivel nacional y conocer a algunos de los grupos de base en varias diócesis; favorecer el encuentro con sacerdotes y mejorar el conocimiento del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos. Durante esos días, las personas asistentes pudieron conocer el proyecto multimedia de la HOAC de formación en Doctrina Social de la Iglesia: «La dignidad de la persona y el bien común».
Los trabajadores y trabajadoras a quienes va dirigida esta formación son los propios protagonistas de su propia construcción, de su formación integral como personas, como trabajadores y como cristianos.
Reflexión: Comunión universal
Vivimos en una sociedad que ha globalizado la indiferencia, nos dice el papa Francisco, en una sociedad donde se está configurando un neoindividualismo que diluye lo humano y aparta al otro de nuestra existencia y a Dios, del horizonte de nuestra vida y su sueño para la humanidad: el Reino de Dios.
Ante esta realidad, que como siempre sufren y padecen los más pobres, en noviembre del año 1991 echaba a andar el Fondo de Solidaridad Internacional (FSI) para dar a conocer la situación en que se encuentran los trabajadores y trabajadoras de los países del sur y apoyar proyectos para su promoción y formación obrera.
Es una humilde respuesta a las consecuencias negativas que la globalización económica del momento (creadora de pobreza, desigualdades e injusticias) estaba haciendo soportar a los trabajadores y trabajadoras y a las familias obreras en todo el mundo. La necesidad de este fondo sigue estando vigente, las condiciones no solo no han mejorado, sino que han empeorado y la ayuda externa, en muchos casos, es necesaria para poder reflexionar sobre su situación y, organizados, dar respuesta a sus problemas.
El Fondo es un apoyo fundamental para desarrollar la militancia en comunión y colaboración con el resto de trabajadores y trabajadoras que viven situaciones similares en su entorno. Esta es la especificidad de este Fondo.
Los proyectos financiados nos están permitiendo conocer muy de cerca las dificultades que viven el mundo obrero y del trabajo en otros países y esto está alimentando y concretando en los militantes de la HOAC la forma de vivir la dimensión internacional de la conciencia obrera cristiana. Dando pleno sentido al esfuerzo que en muchas ocasiones realizamos para mantener nuestra solidaridad económica con estos hermanos y hermanas, y animándonos a buscar recursos incluso fuera de nuestro ámbito. Decía la poeta nicaragüense Gioconda Beli que «la solidaridad es la ternura de los pueblos». Que el Padre nos de las fuerzas necesarias para hacer la revolución de la ternura que tanto necesitamos.
Referencias
La dignidad de la persona y el bien común
Fondo de Solidaridad Internacional (FSI)
Aportaciones:
TRIODOS | ES77-1491-0001-20-2017312618
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