«Ustedes también fueron extranjeros»

Solo entre 1948 y 1952, unas 12.000 personas zarparon en barcos de pesca desde Canarias a Venezuela en busca de una vida mejor, algunos huían de la dictadura franquista porque eran sindicalistas.

«El balandro español Elvira salió el día 17 de abril del año en curso de La Luz, principal puerto de las Palmas, Islas Canarias, con destino Venezuela, conduciendo noventa y cinco hombres, diez mujeres y un niño de tres a cuatro años, todos inmigrantes ilegales carentes de documentación».

La crónica titulada «Apresados en Venezuela 160 inmigrantes ilegales canarios», reconocía que se ignoraba «qué habrá de determinar el Gobierno con estos numerosos inmigrantes que según parece en su mayoría son hombres de trabajo y padres de familia».

Es la noticia del periódico venezolano Agencia Comercial, del 6 de mayo de 1940, pero presenta grandes similitudes con las noticias del periplo de tantas personas migrantes que abandonan sus lugares de origen para huir de las guerras y la miseria.

Las familias se sacrificaban económicamente para que pudieran viajar, en condiciones dramáticas, hacinados, sin conocimientos de navegación. Muchas veces se perdían, pasaban hambre y sed, sufrían enfermedades por falta de higiene y morían en el intento. Al llegar a Venezuela eran conducidos en ocasiones a la isla de La Orchilla para instalarlos en condiciones infrahumanas.

El drama afectaba a quienes se habían marchado, tenían que salir adelante como pudieran en otro país, y a las familias que se quedaban a la espera de que la inversión diera un primer fruto para poder pagar «el viaje» y luego sirviera para cumplir el sueño de cambiar de vida. Hubo éxitos, también fracasos; largas esperas, familias arruinadas y rotas; y heroínas, como las llamadas «viudas blancas», que merecen una historia aparte.

El libro del Éxodo dice: «No explotarás, ni oprimirás, ni maltratarás al extranjero, porque ustedes también fueron extranjeros en Egipto» (Ex 22, 20 y Ex 23, 9).