Siniestralidad laboral, la tragedia continua que acompañamos

Las muertes por accidentes laborales continúan siendo una tragedia continua en nuestra sociedad que ha llevado a un grupo de una parroquia, sensible con este drama, a ponerse en marcha. –Ameli Arceo y Jorge Torralbo

Todo comenzó en una revisión de vida del plan permanente de formación del equipo del barrio bilbaíno de Rekalde. El grupo buscaba incorporar a la acción a la comunidad parroquial, recibiendo el sí de la unidad pastoral de Arraizpe. También quisieron intervenir en el barrio con elementos físicos que ampliaran la mirada del barrio hacia estas dolorosas situaciones.

Compraron una pancarta y elaboraron un cartel A3 recopilando los datos que la prensa facilitaba y ayudando a profundizar en el suceso con una pequeña reflexión.
Cuando alguien de Bizkaia muere por accidente laboral ponen la pancarta y cinco carteles alrededor de la iglesia. Todos los gastos se pagan entre los miembros del grupo de la HOAC.

La pancarta lleva una sujeción de hierros un poco complicada de la que se responsabilizan unos miembros de este grupo, justo encima de los arcos que dan acceso a la iglesia. Otra persona se encarga de elaborar el cartel y otra de imprimirlo y encartarlo por diferentes puntos alrededor de la parroquia. La pancarta permanece de tres a cinco días puesta hasta el domingo siguiente (este año ya ha tenido que colgar en tres ocasiones).

Detrás de cada estadística hay vidas perdidas, familias destrozadas y comunidades afectadas. La acción dio un giro significativo cuando murió un joven del barrio. Una persona del grupo acudió a hablar con la familia para mostrarle su apoyo y el de recursos de la diócesis para lo que necesitaran. La reunión contó con la presencia del cura de la parroquia, Manu de las Fuentes. La familia estaba, en esos momentos, sin capacidad de reacción, sin embargo, sí expresaron su necesidad de hacer algo. Y lo que más agradecieron fue la cercanía y sensibilidad.

Del barrio también llegan ecos de que se han abierto conciencias y provocado que otros actúen.

En el pasado año se produjeron en el País Vasco 30 fallecimientos en accidentes laborales. La cifra, lejos de reducirse significativamente, se mantiene en niveles similares. Bizkaia fue el territorio que más accidentes laborales concentró tanto en el trabajo como en desplazamientos, así como también el mayor número de víctimas mortales.

La mayoría de los accidentes ocurrieron en el sector servicios, seguido de la industria, la construcción y del sector agrario.

Lo que sigue sin ser reconocido son todas las muertes que se producen por enfermedades laborales y que son fruto de un proceso de dolor y en muchas ocasiones de falta de reconocimiento.

Discernimiento

El papa Francisco habla de la necesidad de garantizar la seguridad en el trabajo. El aumento de los accidentes «se produce cuando el trabajo se deshumaniza», cuando el objetivo exclusivo se convierte en la productividad. El pontífice advierte sobre el fenómeno del lavado de conciencia: «La vida no se vende por ningún motivo, tanto más si es pobre, precaria y frágil. Somos seres humanos y no máquinas».

Un discurso que ahonda en las dinámicas subyacentes a los dramas laborales reclama como prioridad el respeto a las normas y la consideración de la responsabilidad hacia los trabajadores.