Persiguiendo el sueño de un trabajo decente

Amandja llegó en patera a Algeciras, con solo 18 años, buscando una vida mejor para ella y su familia, que se quedó en Costa de Marfil.

Se encontró a un religioso trinitario y una comunidad de religiosas que le ayudaron a abrirse paso. Más tarde, conoció a una persona de la HOAC de Granada.

Tuvo una relación con un chico de Senegal, del que quedó embarazada, pero al no querer responsabilizarse, terminó la relación. Con la ayuda de buenas personas, siguió adelante y tuvo a su preciosa hija, con la que se trasladó siendo un bebé a Granada. Ahora tiene cinco años.

Fue encontrando trabajo en la economía sumergida: limpiar viviendas, cuidar personas… Al conseguir el Número de Identidad de Extranjero (NIE), empezó a trabajar en prácticas en un supermercado. Sus propios compañeros la insultaban por ser negra y le encargaban tareas penosas para ella, en las que debía utilizar más fuerza de la que tenía o en lugares poco seguros. Posteriormente, se encargó de la cocina de un restaurante. Los dueños se consideraban «muy cristianos». Después de unos meses, intentaron que firmara la baja voluntaria para no tener que pagar indemnización. Asesorada por un abogado, consiguió al menos el despido improcedente.

Las condiciones de trabajo, con horarios imposibles, apenas le dejaban ver a su hija, que tenía que ser atendida por personas de la asociación Buen Samaritano, de Cáritas de una parroquia de un barrio obrero…. Decidió probar suerte en París donde vive un tío suyo. Pronto descubrió que tampoco allí iba a ser fácil. Para su desgracia, le robaron la documentación. A duras penas, ha podido ir tirando, con su hija a cuestas, cambiando de casa y de colegio continuamente, trabajando en negro por una miseria.

Ha requerido ayuda económica para poder volver a España y renovar aquí su NIE. Su idea es volver a Francia, pero con los documentos en regla, lo que piensa, le abrirá las puertas con más facilidad a un trabajo que sea digno. Ojalá, si Dios quiere, pronto su historia se convierta en un abrazo.

Discernimiento

«La familia migrante es un componente crucial de las comunidades de nuestro mundo globalizado, pero en demasiados países se niega a los trabajadores migrantes los beneficios y la estabilidad de la vida familiar debido a impedimentos legales».

«Hay una necesidad urgente de encontrar vías dignas para salir de las situaciones irregulares» (Papa Francisco, Mensaje a la Organización Internacional para las Migraciones, en su 70º aniversario).

Actúa y transforma

¿Qué compromiso puedes «poner en práctica para construir un futuro que responda al plan de Dios, sin excluir a nadie»?

¿Conoces en tu barrio trabajadores o trabajadoras migrantes que necesiten ser acompañadas?

¿Apoyarías con tu firma la ILP para promover un proceso de regularización extraordinaria?

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