Tras la dana, llegó otra ola, la de la solidaridad. Miles de jóvenes cruzaron la pasarela, «el puente de la solidaridad», para ir donde pudieran ser de ayuda. Entidades sociales, asociaciones vecinales, ONG hicieron llegar fondos y productos para las personas afectadas. También la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) se ha sumado.
Las organizaciones diocesanas preguntaban cómo podían ayudar. La comisión permanente animó a la HOAC de Valencia a facilitar la solidaridad de militantes y simpatizantes de todo el Estado. En pocos días, la cuenta del Fondo de Solidaridad Diocesano recibió donaciones de todos los puntos del país con el fin de apoyar proyectos laborales y a personas afectadas, cercanas a la militancia.
En estos meses, este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos ha contribuido a restablecer algunos de estos medios de vida. En primer lugar, las ayudas se destinaron a Els Trasters, una cooperativa de trabajadores –una de las cuales es militante hoacista– que se dedican a la gestión de residuos y que perdieron sus camiones y gran parte de su tienda rastro. Han podido adquirir diversos materiales para su trabajo, comprar un camión de segunda mano y cubrir los gastos de reparación de su local.
Una artesana de Catarroja ha comprado una máquina bordadora, una de tantas que se llevó el agua y el barro y desde hace poco tiempo ha empezado a usarla. Una empresa de productos informáticos de Picanya y otra cooperativa, El Cuc, de la misma población, que también se dedican a la gestión de residuos, han recibido también nuestro apoyo.
A través de una militante, se ha ayudado a varias familias de Catarroja en la compra de pequeños electrodomésticos y de ropa de hogar, tan necesaria para muchas familias con la llegada del frío. Todavía hay algunos proyectos que apoyar. Y en ello estamos.
Necesitamos contarlo, no solo por transparencia, sino, sobre todo, como agradecimiento. La llegada del voluntariado, la unión de tantas manos para ayudar, han devuelto a muchas personas la esperanza y la confianza en el futuro.
El sentido comunitario y la solidaridad dentro de la HOAC y fuera de ella también es signo de esperanza y luz para unas pocas personas, de las miles de afectadas, que han visto y sentido la solidaridad en acción.
Discernimiento
La solidaridad se expresa concretamente en el servicio, que puede asumir formas muy diversas de hacerse cargo de los demás. El servicio es «en gran parte, cuidar la fragilidad. Servir significa cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo». En esta tarea cada uno es capaz de «dejar de lado sus búsquedas, afanes, deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de los más frágiles. […] El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su projimidad y hasta en algunos casos la “padece” y busca la promoción del hermano» (Papa Francisco, Fratelli tutti).
Actúa y transforma
¿Puedes colaborar de alguna forma en la reconstrucción de las zonas afectadas por la dana?
¿Cómo podemos avanzar en la búsqueda de respuestas compartidas ante las emergencias climáticas?
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Responsable de Comunicación de Cáritas Valencia