Las mujeres padecen con mayor crudeza las situaciones de paro, su trabajo cuenta con menor reconocimiento, asumen mayoritariamente las tareas de cuidados en la familia, lo que repercute en todas las esferas de su vida, también en el ámbito social y eclesial y, a menudo, están excluidas de los ámbitos de decisión.
Es evidente la situación de desigualdad que nos atrapa. Por eso, la HOAC ha decidido abrir un proceso de diálogo al interior de nuestra comunidad sobre el papel de la mujer en la iglesia y la sociedad.
Como movimiento de trabajadores de la Acción Católica estamos llamados y llamadas a desarrollar un compromiso cristiano y obrero en medio de las situaciones de injusticia y sufrimiento que afectan a todas las personas, pero, con mayor intensidad, a las mujeres.
Siguiendo los pasos de Jesús, queremos trabajar por una sociedad en que sea reconocida la dignidad de todas las personas, para seguir creciendo en fidelidad y comunión con Cristo y también con su Iglesia que nos llama a ser Acción Católica en la pastoral del trabajo.
En estos tiempos en el que la Iglesia se plantea cómo debemos caminar juntos y juntas y en el que la igual dignidad conferida por el bautismo vuelve a resonar con fuerza, la manera de relacionarnos y cuidarnos también debe evolucionar hasta romper con el papel que se le asigna a la mujer y al hombre en una sociedad desigual.
Sabemos que una sociedad injusta que reserva los privilegios de unos pocos resulta funcional al sistema. Sin embargo, cuando hablamos del Amor de Dios que pone a la persona en el centro y nos convoca a la comunión fraternal, el horizonte cambia hacia la conversión, la sinodalidad y la encarnación, como caminos para construir una sociedad más humana.
Necesitamos dejarnos interpelar como comunidad de creyentes que, a lo largo de los tiempos, llega hasta hoy con múltiples testimonios renovados que nos hablan de la lucha por el reconocimiento de la igualdad de todas las personas, siguiendo el Espíritu de Jesús.
Invitamos a repensar nuestra actitud y ver qué nos impide mirar con claridad y no ser críticos con una cultura que nos aleja de los problemas reales; a traer a la memoria los nombres de tantas mujeres con las que compartimos vida y compromiso. Traer a nuestro corazón aquellas experiencias y testimonios de vida personales, de acompañamiento que realizamos en nuestros ambientes y que puedan ayudarnos a dar vida a esta reflexión.
Reflexión
«Todos hemos sido creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el amor fraterno», plantea el papa Francisco en el número 265 de Evangelii gaudium».
Decía Guillermo Rovirosa que todos somos invitados a «escuchar» para detectar en qué aspectos Cristo está presente en el «otro» y atender a su mensaje (Obras Completas, Tomo II, pág. 91), por lo que debemos preguntarnos también: «¿dónde está tu hermana?».
En el Evangelio podemos encontrar escenas en las que Jesús tiene una actitud inequívoca con las mujeres: se deja tocar e interpelar por ellas, en comunidad se deja acompañar y posibilita relaciones de fraternidad, intenta hacer posible esa comunidad abierta y de iguales en aquellos tiempos tan distintos a los nuestros…
De nuevo, con Francisco, sentimos la urgencia de ser conscientes de «las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres, a partir de la firme convicción de que varón y mujer tienen la misma dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se pueden eludir superficialmente» (Evangelii gaudium, 104).
En la sociedad actual, la mujer tiene una conciencia más clara cada día de su propia dignidad humana y quiere ser reconocida en sus derechos y obligaciones tanto en el ámbito doméstico y en la vida pública, pero aún queda mucho trabajo que hacer para que esto sea real.
Este mundo está necesitado de testimonios personales y comunitarios que visibilicen que es posible otra realidad, otra sociedad, otra política, otra economía…, que muestren públicamente el compromiso por recuperar la humanidad, la dignidad, la ternura, la lucha por la justicia, la construcción del Reino de Dios.
¿A qué pasos nos llama Dios? ¿Qué pasos considero que debemos seguir dando en este proceso de diálogo que hemos abierto? ¿Qué actitudes, compromisos y tareas necesitamos cambiar y poner en marcha para avanzar en el reconocimiento del papel de la mujer y su igual dignidad?
Referencias
«El papel de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad». Noticias Obreras. Tema del mes, diciembre 2024.
«Igualdad y feminización de la pobreza. Resolución de la XIV Asamblea General de la HOAC», agosto 2023.
Llévatelo y comparte
Esta sección la tienes en documento pdf e imagen png para que la puedas descargar, imprimir, compartir…

Presidenta general de la HOAC