Humanizar el mundo del trabajo, humanizándonos

Somos personas que conocimos la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) por otras personas, y que un día decidimos asomarnos por la puerta a ver qué tenía que ofrecernos esta organización de trabajadoras y de trabajadores cristianos que quiere ser buena noticia para el mundo.

A diario nos llegan todas esas noticias que nos hacen decir «hay que ver cómo va el mundo», pero, de vez en cuando, también nos llegan otras noticias de personas empeñadas en hacer un mundo mejor, en ser «buena noticia» para los demás.
Somos un movimiento de Acción Católica orientado al mundo obrero y del trabajo. A diario conversamos con la gente de nuestros barrios y de nuestro trabajo para saber cómo viven las dificultades del día a día y cómo piensan que deberían ser sus vidas.
Nuestra voluntad es humanizar las organizaciones propias de la sociedad y las relaciones laborales junto con el resto de las personas y entidades afectadas, al tiempo que desarrollamos nuestra propia vocación y nos humanizamos.
Paco, de Huelva, explica que «en esta película de nuestra vida soy un actor de reparto, que trato de hacer mi papel con la mayor dignidad posible, con la ayuda del guion que me proporciona la HOAC: formación, compromiso y el haberme encontrado y conocido en estos años a tantas gentes buenas».
No nos basta con «tener carnet», de hecho, no lo tenemos, ni con «estar apuntados», sino que el ejemplo de otras personas y las reflexiones que hacemos en los equipos de militantes van cambiándonos y, a la vez, cambiamos lo que nos rodea. Así se va configurando una forma de ser, cada día, más atenta a la vida de otras personas cercanas.
Gonzalo, de Granada, explica que «el equipo es el gran motor que alimenta nuestra vida personal y comunitaria, no solemos faltar a la reunión semanal. Las reuniones del equipo las vivimos como un momento privilegiado para la oración y la interpelación personal y comunitaria que nos ayuda a situarnos en la realidad».
Vamos reflexionando sobre lo que nos ocurre, pero con los ojos, cada vez más, de una persona verdaderamente cristiana, cercana a los demás. Poco a poco, vas atreviéndote con un compromiso entre la gente y con la gente. Un compromiso meditado, compartido.
En todos estos años, miles de militantes, con sus dificultades y sus logros, han llevado la semilla del mundo nuevo a los corazones de decenas de miles de personas trabajadoras. Lo siguen haciendo a diario, en el tú a tú o en organizaciones del pueblo, en sindicatos y partidos.
Estar en un compromiso es más fácil, puedes conversar con los tuyos, si puedes poner en la mesa habitualmente lo que vives, si el resto del equipo te apoya en tu tarea.
«Mi compromiso ha estado siempre en el barrio, dentro de la asociación vecinal, cooperando con los movimientos sociales, peleando por mejorar las infraestructuras y servicios del barrio», expone Teresa, de Valencia.
Asombra ver que la HOAC está alejada del modo de funcionar de muchas organizaciones políticas. Te ilusiona comprobar que tiene en el centro de su quehacer el empeño de que todo en esta sociedad sea más humano, sea en la economía, la cultura o los cuidados.

«La intensidad de la experiencia me hizo entender el verdadero significado de las palabras: “servicio” y “disponibilidad”; y lo mucho que recibes a pesar de lo poco que das. Esa es la riqueza que me ha dado la HOAC», reconoce Pino, de Canarias, tras haber dedicado varios años de su vida a coordinar y dirigir la organización.

En salida

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), fiel a su misión, aspira a incorporar cada vez a más trabajadoras y trabajadores cristianos que quieran seguir caminando juntas y juntos con Jesucristo en medio del mundo del trabajo, particularmente, entre quienes sufren situaciones de injusticia.

En este tiempo que nos ha tocado vivir, necesitamos voces que entonen esa poesía social y evangelizadora, que diría Francisco, por encima de la precariedad, la siniestralidad y la mercantilización de las relaciones laborales y la misma vida, compartiendo tiempo, recursos y compromisos para extender una comunidad que defiende la esperanza y cuida de la dignidad de las personas y la casa común.

Reflexiona

¿Crees que el mundo seguiría igual de bien o de mal sin personas comprometidas?

Cuando ves el ejemplo de otras personas comprometidas ¿qué te lleva a pensar?

¿De dónde crees que nace la alegría que manifiestan las personas implicadas?

Si conoces militantes de la HOAC o de otros movimientos de Acción Católica, ¿consideras que son un buen equipo al que unirse?

(Si quieres compartir tus respuestas, hazlas llegar a tu@hoac.es)

Recursos

Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

Quehacer comunitario y campaña «Cuidar el trabajo, cuidar la vida»

«La Iglesia que se extiende y se presenta como esperanza compartida para el cuidado de las personas trabajadoras», Noticias Obreras.

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