La Iglesia quiere dar a conocer y fomentar el necesario compromiso con las víctimas de los accidentes laborales y las enfermedades profesionales. Dramas que, tal vez, por repetidos, por su magnitud o por pura resignación, no merecen la atención que deberían.
La Pastoral del Trabajo de toda la Iglesia ha convocado unas jornadas en noviembre con un lema que, en sí mismo, es toda una declaración de intenciones: «En defensa de la vida y el trabajo digno. ¡No más muertes en el trabajo! Y esforcémonos por lograrlo».
Se trata de conocer mejor el drama que viven a diario miles de personas trabajadoras, para a continuación plantear, desde los fundamentos cristianos, las respuestas que ya se han puesto en marcha y las posibles actuaciones en el futuro.
La Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía (AVAELA) compartirá su labor actual, mientras que la Plataforma 28 Abril, STOP Accidentes Laborales, de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, dará a conocer su trayectoria.
También habrá ocasión para informar del compromiso incipiente de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara y de la experiencia de trabajo conjunto en la diócesis de Cartagena entre sindicatos, organizaciones empresariales, Administración y el Secretariado de Pastoral Obrera en la elaboración de una guía de actuación ante los accidentes registrados en la región murciana.
Además, se celebrará una Eucaristía, presidida por Abilio Martínez, obispo de Osma-Soria y responsable de la Pastoral del Trabajo de la CEE, en honor a las víctimas de los accidentes laborales y se convocará una concentración pública en recuerdo y solidaridad con las personas afectadas y sus allegados.
Sin duda, pasos modestos, pero muy significativos y, sobre todo, decididos para conseguir que llegue el día en que no sea necesario perder la vida en el trabajo para ganarse el pan de cada día.
Este empeño es compartido por la HOAC que, en distintas diócesis, viene denunciando y visibilizando este drama evitable de la siniestralidad laboral, como parte de su misión específica.
No se puede olvidar, como decía Francisco que «la verdadera riqueza son las personas: sin ellas no hay comunidad de trabajo, no hay empresa, no hay economía. (…) Cuanto más cuidemos la dignidad del trabajo, más seguros estaremos de que aumentará la calidad y la belleza de las obras creadas».
Reflexión: No son números, son personas
La741 es el número de trabajadores muertos en accidente laboral en todo el año pasado. 394 han muerto en los primeros seis meses del presente año. «No son números, son personas», clamaba el papa Francisco.
«No solo la inflación se sitúa en tasas de crecimiento de dos dígitos, también los accidentes laborales y, lamentablemente, sin tanta repercusión pública y sin una reacción tan decidida para intentar contener su escalada», se quejaba un sindicalista, Mariano Sanz, secretario de Salud Laboral y Sostenibilidad de CCOO.
No es para menos, el año pasado hubo más de un millón de accidentes laborales, con lo que implica para las personas afectadas, sus familias, sus allegados y toda la sociedad. A pesar de la legislación existente, las campañas de sensibilización y los esfuerzos de la administración y agentes sociales, lo cierto es que la sangría de vidas truncadas y heridas no cesa.
«Desafortunadamente, se considera la seguridad en el lugar de trabajo como un costo, se está partiendo de una suposición incorrecta», denunciaba Francisco ante los miembros de la Asociación Nacional de Constructores de Edificios.
Las medidas preventivas que se aplican en la empresa no están funcionando como deberían y las acciones de la Administración para salvaguardar la integridad de las personas en el trabajo son claramente insuficientes.
Las autoridades deben actuar con más decisión y contundencia para abordar esta dramática realidad e impulsar medidas necesarias para que se cumpla con rigor la legislación en prevención de riesgos laborales.
Acabar con las muertes y lesiones en el trabajo debe ser una prioridad pública. Está en juego la vida de las personas que, lamentablemente, todavía hoy, acaba en tantas ocasiones sucumbiendo ante los intereses económicos.
Referencias
XXVIII Jornadas Generales de Pastoral del Trabajo.
Cobertura especial: Jornada de Pastoral del Trabajo 2022
Defender la vida en el trabajo
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